La NBA escucha. O lee. Mucho se ha escrito en Twitter estos días sobre la ausencia de detalles a la hora de mostrar las Finales al público norteamericano. Después de más de diez años sin hacerlo, para el Game 5 ESPN decidió volver a emitir las presentaciones de ambos equipos en lugar de dar espacio a los anuncios publicitarios. Tal vez así los espectadores estadounidenses pudieron fijarse un poquito más en los protagonistas de la noche y quedarse con sus caras que a partir de ahora serán más familiares.
La peste
Otra vez mil robos o casi robos. Una auténtica pesadilla lo de los jugadores de los Thunder. Hoy he visto a los jugadores Indiana molestos de verdad. Incapaces de realizar ataques fluidos, continuamente interrumpidos en el movimiento de balón e intercambio de posiciones. Con serios problemas a la hora de botar o asistir. Como si la pelota estuviera untada de mantequilla. Hubo un ataque en el que cuatro Pacers tuvieron que acercarse a la pelota a más de ocho metros de canasta para ver si así podían recibir un pase después de 20 segundos de tortura.
Hasta 15 balones robaron los Thunder y 22 posesiones echaron a perder los visitantes. Fue un partido muy incómodo para los Pacers una vez que OKC negó la posibilidad de que su alto ritmo fuese un factor durante gran parte de la noche. Para más inri los Thunder esta vez sí anotaron de tres (14/32, un 44% de acierto) y enlazaban sus recuperaciones con triples. Lo dicho: la peste.
Sin Hali; con Siakam & McConnell
Aún así siempre hay vida en los Pacers. No por el lado de Tyrese Haliburton, lesionado de algo en el gemelo. Fue el peor partido de playoffs que Hali ha disputado en toda su carrera: apenas 4 puntos, ninguna canasta en juego tras seis intentos. Su estado físico fue tal que podemos asegurar que en numerosos ataques su presencia fue decorativa, a modo de señuelo. La ofensiva de Indiana fue realmente un cuatro contra cuatro.