Hoy que es sábado lo haremos un poquito más corto.
Buscando una victoria imprescindible
Cuando el equipo con ventaja de campo juega el cuarto partido perdiendo 2–1 solemos ver un partidazo. El visitante no puede permitirse el lujo de quedar atrapado en el socavón que supone un 3–1; para el local no va a haber mejor oportunidad de colocarse a un paso del triunfo final en el resto de la eliminatoria.
Eso es lo que teníamos hoy de menú.
No es de extrañar, por tanto, que el Game 4 haya sido el partido más duro, físico y largo de las Finales 2025 hasta el momento. Dos flagrantes en la primera parte, varias técnicas y revisiones. Incluso para el aficionado a veces resultaba un esfuerzo seguir el partido. No se trataba de la dureza, sino de un ritmo agotador para todos. Cada ataque parecía empezar y terminar antes que el anterior. (Insertar aquí el manido “si pestañean se lo pierden” de Lobato).
¿Cómo resistir ese derroche de energía?