El futuro de los Lakers
¿Crees que los Lakers deben apostar por la tradición o es hora de cambiar?
Los partidos
Raptors 111 - Magic 82
Nuggets 114 - Spurs 105
Blazers 114 - Thunder 94
Toronto cambia la perspectiva
Ya comentamos ayer por aquí que Augustin no podría seguir al nivel del primer partido (9 puntos), Orlando no podría meter la mitad de los triples (9/34), Lowry anotaría de nuevo (22 puntos) y Leonard jugaría más de 33 minutos (no hizo falta, se retiró con 33 minutos y ventaja de casi 30 puntos). Los Magic no pudieron sostener el ritmo de Toronto se pone 1-1. Veremos qué nos deparan los partidos en Orlando.
Denver iguala la serie
San Antonio dejó pasar una oportunidad de oro al permitir que una ventaja de 19 puntos en el tercer cuarto acabase convirtiéndose en una derrota por 9 tantos. El parcial fue 55-26 en los últimos 16,5 minutos. Los Spurs se marcaron un Warriors. ¿Qué pasa con los equipos en el Oeste que son capaces de hundirse así? Gregg Popovich dijo que “encajamos 38 puntos (fueron 39) en el último cuarto, fin de la historia”. Jamal Murray anotó 21 de sus 24 puntos en ese periodo.
Malas noticias para Oklahoma City
Los Thunder perdieron el primer partido de la eliminatoria dando la sensación de que habiendo anotado dos o tres triples más (5 de 33) hubiesen ganado el partido. Esta pasada noche siguieron con la misma tónica (5 de 28) y se hundieron en un tercer cuarto en el que anotaron 16 puntos menos que Portland y ahora los Blazers tienen el valioso 2-0 que les aclara mucho el panorama. Paul George mejoró algo, pero Westbrook se quedó en 5 de 20. Pinta mal mi pronóstico para esta eliminatoria.
Anclados en el pasado
Por Elio Martínez.
Los Lakers continúan con la resaca producida por la dimisión de Magic Johnson. Veamos ese episodio como una oportunidad de mejora o no, en Lakerland no parecen estar por la labor de dar un volantazo y gestionar de otro modo una franquicia que ha estado dirigida demasiado tiempo por familiares y amigos del fallecido Jerry Buss.
Lejos de apostar por contratar a los mejores profesionales posibles para los tres puestos clave del equipo (presidente, general manager y entrenador), lo que reina es una mezcla entre parálisis y tradición. A Magic Johnson no le va a sustituir nadie —al menos de momento— y para encontrar al nuevo entrenador la búsqueda se ha reducido a dos técnicos (Monty Williams y Tyronn Lue) que no inspiran como podrían hacerlo otros nombres sin que sepamos realmente si la última decisión sobre el hombre elegido recaerá en Jeanie Buss (propietaria) o Rob Pelinka (¿general manager y algo más?).
Magic fue fichado como presidente de operaciones de baloncesto por su pasado como jugador y amigo de la familia propietaria del equipo. Él vino a sustituir al tándem formado por Jim Buss (uno de los propietarios) y Mitch Kupchak (antiguo jugador).
Estaremos de acuerdo en que ser familiar, amigo o antiguo miembro de la franquicia no te incapacita para un puesto de responsabilidad como bien demostraron durante años Kupchak y Jerry West antes que él, pero los Lakers ya llevan muchos años de desastres como para no dejar atrás esa política de otorgar los mandos a gente de la casa. Se ha fracasado durante más de un lustro en el aspecto deportivo, las negociaciones por Anthony Davis fueron un fiasco y las perspectivas para el verano —de momento— no son halagüeñas ya que la gran mayoría de agentes libres de importancia (Durant, Klay, Leonard, Irving) tienen más opciones de acabar en las filas del vecino Clippers que vistiendo la camiseta amarilla y púrpura.
LeBron James está bajo contrato, se controla a una prometedora base joven, hay espacio salarial y no se han hipotecado las futuras rondas del Draft. Hay buenos mimbres con los que avanzar, muy buenos, pero los Lakers necesitan a profesionales al mando y que ellos sean los que definan el futuro.
La NBA del siglo XXI es una liga muy diferente a la de hace una o dos décadas, cuando no era extraño que varios equipos estuviesen controlados por auténticos ineptos de los despachos de los que otros se aprovechaban. En la NBA de 2019 las decisiones ya no las toman gente de la casa mediante pálpitos, si no ejecutivos de alto rango que ocupan los puestos de importancia. Mal harían los Lakerssi no tomasen la vía profesional contratando a un nuevo presidente que sea él quien elija al general manager y entrenador. Todo lo que no sea optar por ese camino será un parche que más pronto que tarde volverá a romperse mientras la marca de los Lakers sigue sufriendo golpes a su imagen.