Dime un jugador de baloncesto, actual o del pasado, que:
Su rendimiento físico máximo no lo haya alcanzado jamás.
Sea el MVP tres temporadas seguidas (se lo dieron a Embiid en 2023 por hastío).
Sea el mejor jugador oficial y oficioso de la NBA.
Sea el MVP de las Finales y su equipo campeón.
Se pase todo el verano viendo carreras de caballos y bailando en bodas mientras los demás entrenan sin parar.
Empiece una nueva temporada y haga estadísticas como churros mientras su equipo gana más que cualquier otro.
Siga siendo le mejor jugador oficial y oficioso de la NBA, la Copa NBA, la pretemporada NBA y lo-que-sea-NBA.
El baloncesto no sea lo que más le gusta ni tampoco su gran pasión.
No existe alguien como Nikola Jokic, a.k.a El jugador normal.
Imagina que a Jokic le gustase el baloncesto tanto como a Kobe Bryant, Michael Jordan o Stephen Curry. Estaríamos hablando de una auténtica pesadilla para el resto de la NBA. Este hombre estaría jugando hasta los 40 años (¡es el mejor siendo más lento que el 50% de la liga!) promediando 25-12-9 los próximos diez años, ganando varios títulos y desmoralizando al resto de estrellas.