Jueves: mucho talento y los mensajes de Curry a Giannis
Jacobo León y Elio Martínez.
Nos gustan estos jueves. Lluviosos y fríos, típicos de enero, pero repletos de partidos con los que comenzar de buena gana la mañana —sin amanecer— de la mano de un buen y cargado café. Porque ha sido una madrugada en la que se han disputado nueve encuentros de los que recomiendo que veáis, al menos, un extenso resumen de cada uno de ellos. El nuestro lo tenéis en las siguientes líneas.
Magic 123 – Wizards 89. Por primera vez en la historia, los Magic han anotado 120 puntos o más contra el mismo rival cuatro veces en la misma temporada. Nuevo festín de los locales a costa de unos Wizards plagados de lesiones que volvieron a contar con la baja de Bradley Beal. Markelle Fultz aporta un ritmo completamente distinto al equipo y cada vez se le ve más cómodo al lado de Vucevic, Gordon y Fournier. Su +40 en pista chocó frontalmente contra los apenas 28 puntos de todo el quinteto inicial de los Wizards. La defensa de los de Steve Clifford, una vez más, de manual para dormir en la séptima posición del Este (18-20). Buen partido de Admiral Schofield (18 puntos y 6 rebotes) y Troy Brown (18 puntos y 11 rebotes), ambos saliendo desde el banquillo capitalino.
Celtics 114 – Spurs 129. Los Spurs no se rinden y quieren repetir participación en playoffs. De momento, mantienen el rumbo gracias a DeMar DeRozan. El escolta se ha reencontrado con su mejor versión cuando más lo necesitaban en San Antonio. En los últimos nueve partidos promedia 26,1 puntos con un acierto del 64,1% en tiros de campo. Fue clave en la victoria de este martes ante Milwaukee y esta madrugada volvió a destacar con 30 puntos y 6 asistencias ante los Celtics. Cuando quiere, brilla. Y cuando brilla, su equipo lo nota. Y vence. Gregg Popovich mantiene su insistencia con Forbes (bendita paciencia) mientras Lonnie Walker (19 puntos en 19 minutos) pide a gritos hueco en el quinteto inicial. Una mejoría que puede tener un punto de partida bien definido: en las últimas dos semanas, los Spurs están intentando una media de casi 32 triples por partido, siete más de los que habían intentado hasta entonces. El último bastión del mid-range cede terreno a cambio de ocupar puesto de playoffs (8º del Oeste, 16-20).
En Boston, irreconocible versión de los de Brad Stevens, que venían de perder ante unos Wizards que esta madrugada fueron barridos en Orlando. Los Celtics fueron muy permisivos en defensa y a las primeras de cambio se vieron con un 24-5 en contra ante el que les fue imposible remar. Kemba Walker sería expulsado por protestar tras un duro bloqueo de Aldridge y en la misma jugada un aficionado de los Celtics seguiría el mismo camino tras tirar una lata de cerveza al banquillo de los Spurs, sin causar daño a nadie. En definitiva, un partido para olvidar para unos Celtics en los que destacó Gordon Hayward (18 puntos) y poco más. El siguiente partido, en Philly.
Pacers 108 – Heat 122. El partido estrella de la jornada en el Este se saldó con una contundente victoria para los de Florida, quienes llegaron a disfrutar de ventajas superiores a los 30 puntos. No se les está dando nada mal las canchas de los principales contenders de su conferencia. Ya habían ganado en Milwaukee, Toronto y Philadelphia. Los Heat basaron su victoria en una gran defensa y una ofensiva perfectamente repartida, con hasta siete jugadores con dobles dígitos en anotación. Jimmy Butler firmó un partido muy completo (14 puntos, con un 5 de 6 en tiros de campo, 6 rebotes y 7 asistencias) en el que lo vimos postear, cargar el rebote ofensivo, distribuir el juego y atacar la zona, encontrando con facilidad tiros liberados para Duncan Robinson, Derrick Jones Jr. y Tyler Herro. Y cuando Bam Adebayo toma el testigo puntualmente como point-guard las oportunidades se multiplican. Domantas Sabonis firmó su 29º doble-doble (27 puntos y 14 rebotes) de la temporada pero estuvo muy solo. Y ojo a los de Erik Spoelstra que se asientan en la segunda posición del Este (27-10) con dos triunfos de ventaja sobre los Celtics (25-10).
Como anécdota fea-curiosa-llamativa, entre Jimmy Butler y T.J. Warren hubo más que palabras. Warren enganchó a Butler en una acción defensiva y ambos se encararon. Después de eso nuevo emparejamiento y Warren acabó expulsado por doble técnica. Butler despidió a Warren lanzándole besos al aire, Warren le sacó el dedo a modo de respuesta (se viene multa) y después el jugador de Miami se despachó a gusto ante los medios:
“Es blando. Ni siquiera está a mi puto nivel. Si fuera el entrenador nunca le pondría a defenderme… Pon a cualquier otro a defenderme porque le voy a patear el culo cada vez que juguemos”.
En Instagram le mencionó citándole para el próximo enfrentamiento entre ambos: “No te enfades, no me puedes defender. En marzo veremos de lo que eres capaz”.
Ok, Jimmy.
Hueco que aprovechamos para recordarte que…
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Hornets 110 – Raptors 112. Tienen tanto futuro los Hornets como potencial de fuego la franquicia canadiense. Hay que quitarse el sombrero ante los de Nick Nurse. Sin Siakam, Gasol, VanVleet y Powell continúan ganando. Y jugando bastante bien. Porque cuando parece que no quedan más recursos en el banquillo irrumpe un Terence Davis por aquí (23 puntos y 11 rebotes), un O.G. Anunoby por allá (19 puntos) o un Patrick McCaw (13 puntos y 11 asistencias) y te la lían. Este equipo con todas sus piezas disponibles y a pleno rendimiento vuelve a ser claro candidato al título. Y no dudo ni un momento al decirlo. Al margen de la élite de la NBA, pues también disfruto con el juego anárquico y divertido de los Hornets. Menos vistoso esta vez, pero igual de peligroso. Devonte Graham mostró su cara más discreta, pero Mikal Bridges (26 puntos y 9 rebotes) mantuvo la compostura. Incluso la tuvo Terry Rozier (27 puntos) pero su game-winner fue escupido por el aro. De momento, los Hornets (15-25) no pierden de vista la octava posición del Este gracias a la reciente debacle de los Nets (16-20).
Mavericks 106 – Nuggets 107. Los dos mayores talentos europeos cara a cara. Luka Doncic y Nikola Jokic se encargaron de poner color y diversión al partido más atractivo de la jornada. Aunque sería la defensa la que marcaría el devenir del encuentro. La defensa y el clutch time del serbio. Dwight Powell anuló a Jokic en el primer cuarto pero este explotó en la segunda mitad con 26 puntos (33 en el total). En las últimas posesiones, ganchito bajo el aro y otra canasta más para sentenciar el partido a siete segundos para el final. Un camino inverso del seguido por Luka. El esloveno marcó el ritmo del encuentro y demostró nuevamente por qué ha sido el favorito de la afición tras el primer recuento para el All-Star y candidato al MVP. En tres cuartos ya había anotado 27 puntos. Pero le faltó la gasolina en el último. Mike Malone es un artista en esto de la defensa y su telaraña de manos y cuerpos privó de anotación a Doncic en el último cuarto. Una batalla decidida por la estrategia de sus coroneles desde el banquillo. Yo (Jacobo), por mi parte, firmo desde ya un enfrentamiento en primera ronda entre Mavericks y Nuggets. Puro espectáculo.
Otra anécdota para los aficionados a las zapatillas: Doncic estrenó las Jordan 34 Low en el partido.
Hawks 115 – Rockets 122. Primera vez en la historia que dos jugadores en un mismo partido consiguen un triple-doble de 40 puntos. James Harden (41 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) y Trae Young (42 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias) fueron los grandes protagonistas de la noche. Pero ambos fallaron. Y mucho, transformando finalmente la velada en un duelo desde el tiro libre, donde sumaron 19 y 16 puntos respectivamente. Eso sí, el escolta demostró una vez más ser prácticamente indefendible con 22 puntos en el primer cuarto para dejar encaminado el encuentro. Después, su pólvora se mojó. Clint Capela mantuvo la solidez en la pintura (22 puntos y 22 rebotes) junto a P.J. Tucker (17 capturas) y entre Ben McLemore (18 puntos) y Eric Gordon (17 puntos) tomaron el testigo de La Barba. Unos apoyos que siguen faltando en Atlanta, al menos de manera regular. Tan solo John Collins aportó algo (17 puntos y 14 rebotes) a los guarismos de Young. El base necesita como el comer un nuevo apoyo. ¿Terminará llegando Andre Drummond?
Pelicans 123 – Bulls 108. El primer cuarto es suficiente para comprender la realidad actual de ambos equipos. Los Pelicans han vencido seis de sus últimos ocho partidos, coincidiendo con la mejor versión y el salto definitivo a la titularidad de Lonzo Ball. El base está aportando un gran equilibrio al equipo, muy intenso en defensa y dirigiendo con inteligencia el ataque. Esta madrugada no estuvo acertado de cara a canasta, pero aterrizaba con unos promedios de 23,8 puntos y un 53,6% de acierto en tiros de campo en los anteriores cuatro partidos. Paralelamente, Hayes (14 puntos y 12 rebotes) y Alexander-Walker conforman una apuesta sólida de futuro e Ingram (29 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias) exige desde ya ser considerado una de las estrellas de la NBA.
La situación en Chicago es mucho peor. Duele ver a Zach LaVine en este proyecto, a la deriva. E igual de desesperante es la sangría de los Bulls en el juego interior. Bloque directo, puerta atrás, canasta. Penetración, pase a un compañero en la pintura y canasta. Dos sencillas jugadas que repitieron hasta aburrir los Pelicans durante todo el partido. Markkanen necesita un ‘5’ defensivo a su lado si estos Bulls pretenden seguir creciendo.
Jazz 128 – Knicks 104. Los Jazz siguen al alza. Séptima victoria consecutiva para prolongar la mejor racha actual de la NBA y situarse a tan solo un partido de los Nuggets, segundos clasificados en el Oeste. Partido de muy pocas pérdidas (16 entre ambos equipos) pero de un gran nivel de acierto para los de Salt Lake City (54,4% en tiros de campo y 37,2% en triples). Todo había quedado decidido al descanso (53-71) y Quin Snyder tuvo tiempo de experimentar con los menos habituales. Y en este punto quedó demostrado lo que muchos habíamos pedido: que tanto Tony Bradley (12 puntos y 7 rebotes en 15 minutos) como George Niang (11 puntos en 19 minutos) pueden ser diferenciales desde el banquillo y es hora de darles mayor responsabilidad. Y un dato muy importante: los Jazz presentan el mejor offensive rating de toda la liga en el último mes. En Nueva York, mucho por pulir. Bobby Portis fue el mejor (13 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias), Mitchell Robinson se estrelló ante el muro de Rudy Gobert y la irregularidad de R.J. Barrett empieza a preocupar a los aficionados.
Thearon W. Henderson/Getty Images
Warriors 98 – Bucks 107. Pese a todo, gustan estos Warriors. Steve Kerr está utilizando esta temporada de transición para experimentar, con resultados interesantes. El técnico colapsó la pintura de hombres, incomodando a Giannis Antetokounmpo. Aún así, el griego firmó un doble-doble de 30 puntos y 13 rebotes pero los Warriors no permitieron que ningún componente del quinteto inicial superara el 50% en acierto, fallando 16 de sus primeros 17 intentos desde el triple. Un partido que, de haber estado D’Angelo Russell, se podría haber ganado, bien construida la defensa. Solo Alec Burks, desde el banquillo, superó la barrera de los 15 puntos (19). Aún sumando tanto error en la carta de lanzamiento, los Bucks superaron el trámite sin excesivos problemas y mantienen el mejor récord de la NBA.
La última anécdota de la noche. El rumor de Giannis a los Warriors en 2021 no va a cesar con situaciones como las de hoy. Stephen Curry le dijo a Giannis “¡Hagámoslo! ¡Venga, tío!” y le chocó la mano. Luego le dejó en la taquilla una camiseta suya firmada con una larga nota en el cero de la camiseta.
Para terminar, las 10 mejores jugadas de la noche:
¡Buen jueves!