La dimisión de Magic Johnson
¡Hola! Hoy bastante tenemos con hablar de lo que ha pasado en Los Ángeles esta noche: Magic Johnson ha dimitido de su cargo en los Lakers. Te contamos la noticia y también te damos una opinión personal sobre ello.
La dimisión de Magic
Por Elio Martínez.
Magic Johnson ha dimitido como presidente de los Lakers. Lo ha hecho en directo, reuniendo a los periodistas presentes en el Staples Center para anunciar su decisión en esa improvisada rueda de prensa de casi hora y media de duración sin ni siquiera habérselo dicho antes a su jefa, la propietaria Jeanie Buss.
Magic ha explicando que tenía miedo de verse con Buss y decírselo a la cara porque ella es como una “hermana” para él y temía que le convenciese. Una vez hecho público ya no habría posible vuelta atrás y por ello optó por este peculiar modus operandi.
En la organización nadie sabía nada. Magic y Rob Pelinka estuvieron con LeBron James y Rich Paul el sábado y Magic no les comentó nada. Magic y Jeanie Buss se reunieron el lunes en privado y Magic tampoco dijo nada sobre lo que estaba pensando. Ha sido todo de golpe y porrazo, inesperado.
Los Lakers agradecieron públicamente su labor a Magic Johnson mediante un comunicado diciendo que “no hay un Laker más grande que Earvin Johnson” y que “seguirá siendo un icono de los Lakers y nuestra familia”. Buss escribió en Twitter que le había encantado trabajar con él y que les ha llevado "muy lejos", antes de despedirse con un “We love you”.
Los motivos
Las declaraciones de Magic dejan bien claro que su espantada viene porque le ha podido la presión y no estaba feliz con el rol que debía cumplir. Magic creía que tenía que cesar a Luke Walton esta semana y ha preferido no hacerlo por la relación de amistad que Buss y Walton tienen (“Queremos mucho a Luke, pero tenía que tomar una decisión y eso es algo complicado. Mañana hubiese tenido que afectar la vida de alguien y eso no es divertido para mí, ese no soy yo. Y no quiero ponerla a ella (Buss) en medio de los dos a pesar de que ella me dijo que hiciese lo que tuviese que hacer”).
De igual forma ha repetido en diversas ocasiones que lo quería era “volver a divertirme” y volver a ser un embajador del baloncesto. Ha explicado que no pudo felicitar a Russell Westbrook por su 20-20-20 por si se consideraba tampering, que le hubiese gustado estar con Dwyane Wade en su último partido, que le gustaría ayudar a los jugadores jóvenes que se lo pidan y que hubiese estado encantado de felicitar a D’Angelo Russell por ser All-Star y ahora al fin puede decirlo.
Magic también ha contado que no le gustaban “las puñaladas” y los “rumores” refiriéndose a ello como hechos que ocurren en la NBA en general y no solo en los Lakers y mandó un mensaje acerca del estado de la franquicia: “Estamos a mitad del camino tras venir LeBron. Creo que este verano, cuando venga otra estrella, quien sea que vaya a traer, este equipo estará en disposición de luchar por el campeonato con el crecimiento de los jugadores jóvenes”.
Epílogo
Jeanie Buss despidió a su hermano para contratar a Magic y dos años después se queda en una situación complicada, con un equipo sin rumbo definido respecto al que hay que tomar muchas decisiones: nuevo presidente, mantener o no a general manager y entrenador, la mitad de la plantilla acaba contrato, buscar o no el traspaso de Davis, apostar o no por los jóvenes, tratar de fichar a una estrella en el mercado de agentes libres… y LeBron James a la espera con 34 años.
“Era más feliz antes de ser presidente. Quiero volver a ser el que era antes de tener este puesto. Soy un ave libre y he estado esposado. Y no me gusta eso. Este es el momento adecuado. La decisión correcta. Estoy muy feliz. Soy un tipo que siempre sabe cuando las cosas están bien y esto está bien. Me siento bien”.
Sobre la información de Wojnarowski
Adrian Wojnarowski, el famoso periodista de ESPN, también ha dicho ahora, justo hoy, que Magic no pasaba muchas horas de oficina, no hacia suficiente scouting y se ausentaba del equipo en ocasiones. Tal vez debería haberlo revelado antes si piensa que esa información es reseñable, pero ya sabemos que la información es poder y que algunas cosas solo se cuentan cuando interesa contarlas.
La condena eterna de los Lakers
Por Juan Luis Ocampos.
La dimisión de Magic Johnson como presidente de los Lakers es uno de los episodios más esperpénticos en la historia reciente de los angelinos. Y van unos cuantos. Y no solo por el qué, sino por el cómo. Básicamente es como si uno decide dejar su trabajo y, en vez de comunicárselo antes a su jefe, decide postearlo en Twitter. Pues eso.
Los Lakers tienen un grave problema: no hay criterio alguno sobre cuál ha de ser el proceso para lograr sus objetivos. Tener a Magic en la toma de decisiones parecía la solución a tantos años de desastres deportivos (y extra deportivos), en los que el tanking no declarado se había establecido como fórmula de gestión. Sin embargo, los iniciales aciertos de Magic pronto se tornaron en críticas. Y donde parecía que podía empezar a haber criterio, comenzó a reinar el desorden.
Con LeBron, la impaciencia ha vuelto a ser la Diosa a la que encomendarse en los despachos de Lakerland. De repente, todos esos medio-largo plazos se hicieron inmediatos. Y claro, alguien debió decirle a Magic que armar un contendiente en un verano iba a ser imposible. Ahora, tras cambiar una y mil veces de criterios en las decisiones ejecutivas; tras dejar irse a D’Angelo Russell o Ibica Zubac por nada; tras ofrecer y condenar a todo tu núcleo joven (reconstrucción de tres años, ojo) por un jugador que ni vino; y tras no poder ni clasificar a los Lakers para playoffs, Magic se va. Y se va haciéndolo mal en las formas, y dejando atrás una colección de infortunios.
Los Lakers ahora afrontan una nueva etapa, incluyendo nuevo entrenador. Porque Magic también ha dejado vendida esa decisión. Si siguen instalados en la prisa por tener que ganar absolutamente ya, que nadie se extrañe que el caos siga reinando tras el próximo verano. Al menos, ahora los Lakers tienen la opción de cambiar las cosas. Aunque eso pase por algo tan sencillo que a ellos hasta se les hace bola: asumir los años que les quedan para volver a la élite.
Lo de Magic Johnson ha sido bastante importante y aún estamos con los ecos de todo lo que va a suponer esto, así que, como se suele decir, no hemos llegado donde íbamos (Alvin Gentry ha dicho que lo ocurrido con Anthony Davis es lo más tóxico que ha visto en tres décadas en la NBA ya que ha costado el puesto a dos personas).