Mortalidad y grandeza de LeBron James
No seguir extendiendo un récord por decisión propia refleja a la perfección la carrera de uno de los mejores jugadores de siempre.
El paso del tiempo, amigos.
Hoy hemos vivido un punto de inflexión en la NBA al término de un partido más de los 1.231 que se disputan cada temporada. LeBron James no ha podido continuar su racha de partidos de regular season anotando al menos 10 puntos. En 1.297 se ha quedado la cosa.
La última vez que vimos algo similar fue el 5 de enero de 2007. 17 años y 11 meses. Escribiéndolo así no basta para entenderlo bien. Hay que dar perspectiva del tiempo que ha pasado desde entonces:
Cooper Flagg tenía 15 días de edad
Apple aún no había presentado el iPhone
Así quedan las mejores marcas de partidos seguidos en dobles dígitos:
LeBron James, 1.297 (2007–2025)
Michael Jordan, 866 (1986–2001)
Kareem Abdul-Jabbar, 787 (1977–87)
Karl Malone, 575 (1991–99)
Kevin Durant, 562 (2009–17)
Las mejores rachas actuales pertenecen a:
Kevin Durant, 267
Shai Gilgeous-Alexander, 170
Durant necesitaría extender su carrera hasta los casi 50 años y no perderse ni un solo partido durante 12 temporadas.
Shai superaría a LeBron si disputase 82 partidos durante casi 14 temporadas más. Lo haría con 41 años de edad.
Es decir, nadie va a superar el récord de LeBron.
La forma
Pero más que la cifra y lo impresionante que resulta una vez que la contextualizamos, me quedo con las sensaciones, con lo que he sentido en el corazón cuando he visto el partido y cómo se ha terminado la racha.
Tras haber fallado 13 de sus 17 lanzamientos en Toronto, a LeBron le ha llegado un balón con el que podría haber protagonizado otra portada de tantas: recibir en solitario a falta de 3,6 segundos, penetrar, anotar sobre la bocina, dar la victoria a su equipo y extender la marca personal hasta los 1.298 partidos. Win-Win
De película, ¿verdad?
No se le hubiese podido criticar, ya que además esa opción era lo equivalente a un salto mortal con red de seguridad: de haber fallado no habría ocurrido nada. Los Lakers tenían garantizada la prórroga y LeBron hubiese tenido otros 5 minutos más para anotar dos puntos y seguir engordando la estadística.
Pero no.
En un partido en el que hemos visto que James ya ha descendido varios escalones físicos, LeBron optó por el juego de equipo en lugar del hero ball. Pase al hombre que estaba liberado. Triple sobre la bocina. Undécima asistencia de la noche. Triunfo de los angelinos.
Siempre la jugada correcta.
Mejor que haya terminado esta racha que ya no le iba a hacer bien. LeBron James no es que sea mortal, es que es humano y ahora lo estamos viendo. Ha perdido control de balón, velocidad de reacción, capacidad de salto, acierto en los lanzamientos. Es un jugador peor. A años luz de lo que fue. Dončić y Reaves —44 puntos de Austin hoy— son los que cortan el bacalao en los Lakers.
Su verano ha sido muy largo en cuanto a descanso. Ha empezado a jugar hace unos días y tiene tiempo de ir poniéndose en forma, pero como no sabemos si podrá volver a ser un jugador de 25–8–8 de forma consistente, esta forma de finalizar su increíble e histórica marca es un regalo para todos los amantes del baloncesto.
Way to go, Bron.
Buen fin de semana.
–Elio




Elio, muy mal. El Knickerbocker te espera.