Hagamos de esto un texto comunitario. ¿Cómo? Complementando lo que yo escriba con lo que vosotros, lectores, escribáis en los comentarios. ¿Sobre qué tendréis que escribir? Os lo pongo fácil: respuestas a las preguntas que os vaya haciendo… y lo que queráis añadir.
Esta especie de post-reflexión-debate de hoy, breve, va sobre el All-Star. Pero sin grandes pretensiones. Sin rasgarnos las vestiduras ni tratando de encontrar solución a algo que parece no tenerla y tal vez ni la necesite.
¿Has visto algo del All-Star NBA 2025?
Yo sí. No me compadezcas. Unas líneas más abajo te contaré por qué lo he visto, los motivos. Las razones para tomar semejante decisión, entre las cuales hay dos muy poderosas.
Primero debo aportar contexto sobre mí ya que al leer artículos sobre el All-Star no solo hay que saber de qué pie cojea cada uno, sino la perspectiva vital del fulano al mando de publicación. Es probable que me hayas leído desde hace años y tengas una idea clara de cuál es mi punto de vista cuando escribo de la NBA. Es incluso factible que me conozcas personalmente si has asistido a alguna de las quedadas de suscriptores.
Por resumir y dar el dato que de verdad influye: tengo 45 años. No tengo 12, ni 20, ni 30, ni 60. Mis primeros recuerdos de All-Stars son con Isiah Thomas, Jordan, Magic, Bird, Jabbar. Todos los de los 90, como esos de mitad de la década cuando Jordan estaba retirado y se decía que no había heredero para él y los partidos de estrellas de 1994 y 1995 no captaban el interés de los aficionados. También he visto casi todo durante el siglo XXI, claro.
¿A qué generación perteneces? ¿Eres un boomer, un X, un millenial, un Z?
La cosa es que a mí, a estas alturas de la película, a un miembro de la Generación X, no me gustan las cosas sin chicha, sin sustancia. ¿Y qué tiene de profundo o trascendental un All-Star? Nada. Pero no me engaño con ello. Sé exactamente lo que voy a ver. No espero nada.
¿Te pareció interesante el formato?
Este nuevo formato de torneo entre cuatro equipillos es un intento más en la búsqueda de la competición y no la mera exhibición. ¿Funcionó? Hombre, depende de cómo te lo tomes. Si lo que querías era ver más y mejor baloncesto, al menos en cuanto a la cantidad saliste perdiendo. Casi 34 minutos de partidos en lugar de los habituales 48 que han tenido los All-Star Game.
Y, sinceramente, si para mejorar el producto, que es lo que se supone que pretendía la NBA con estos cambios, hay que reducirlo en un 30% y que de un total de tres horas de programa solo veamos un 20% de baloncesto es evidente que lo de ver a jugadores metiendo canastas es casi lo de menos. ¿Os habéis hinchado a meter y ver puntos en el pasado? Pues tomad recorte, estrellas y espectadores.
¿Te gustó el tono empleado?
El All-Star se ha convertido en una comedia. En una especie de performance en la que abundan los chascarrillos y las bromas entre los actores del evento. Kevin Hart como maestro de ceremonias haciendo chistes de todo. Shaq buscándole para reírse de sus bufonadas.
En la NBA no son ilusos. Saben que si meten chistes, cómicos e interrupciones largas en uno de los partidos para hacer homenajes a los comentaristas de TNT están degradando cualquier amago de seriedad que se le quiera dar a la jornada. Tras no convencer a los jugadores de que había que competir por Kobe, por picarse entre ellos cuando existía el Draft de capitanes, por el final ELAM o por las acciones caritativas si ganaban durante el partido, han abrazado el despiporre.
El resultado, esfuerzo y competición ya no solo le importa poco a los jugadores. También a la NBA.
¿Entonces qué es lo que importa en todo esto? ¿Por qué se sigue haciendo el All-Star si hay poco deporte, no sé sabe qué hacer para disfrazarlo y presentarlo al público y ya la cosa se toma a chiste por todos lados? Por lo mismo que se hizo el All-Star de 2021 en plena pandemia con restricciones por doquier.
Por el dinerito y el marketing. Porque el All-Star genera mucho dinero a la NBA gracias a los contratos publicitarios y televisivos.
¿Minutos dedicados al baloncesto? 34.
¿Minutos dedicados a pausas publicitarias? 80.
Más del doble. No hay más preguntas, señoría. El All-Star es pura publicidad y marketing. Es una pena que no pueda ser también baloncesto competitivo, pero no.
Ahora te cuento por qué sigo viendo esto. Una razón es que existe 82 partidos. Las otras dos poderosas razones son mis dos hijos.
Para los niños el All-Star es fiesta. Es ganas de verlo desde semanas antes de que ocurra. Es excitarse viendo a Tyler Herro en el concurso de triples, a McClung haciendo mates mientras salta un coche, a Stephen Curry metiendo canastas de tres puntos o a Wembanyama situándose por encima de los dos aros en cualquier acción. Es reírse con las tonterías de Shaq y Hart.
Es la inocencia, la impresionabilidad, el descubrimiento, el relucir de las estrellas. Es ser un niño.
El All-Star es futuros seguidores de la NBA. Por eso seguirá existiendo en cualquier tipo de formato que se le ocurra al señor Adam Silver.
Buen martes.
—Elio
1.- ¿Has visto algo del All-Star NBA 2025?
No. Lo poco que leí inadvertidamente en Twitter. Hace dos o tres años que le eché la lápida encima al All Star.
2.- ¿A qué generación perteneces? ¿Eres un boomer, un X, un millenial, un Z?
Baby Boomer (1964, al filo). Vi de chaval All Stars muy chulos donde competían de verdad Magic, Bird, Dr. J, M. Malone, Paul Westphal, etc.
3.- ¿Te pareció interesante el formato?
Nunca me enteré del todo de como iba la cosa. ¿Solteros contra Casados? :-D
4.- ¿Te gustó el tono empleado?
Sin respuesta. Madrugar para ver a Shaq me parece un despropósito mayúsculo. Así como muchos jugadores se van de vacaciones, yo aprovecho el All Star break para dormir un poco más.
Yo no lo he visto, no recuerdo el ultimo que vi y probablemente no vuelva a ver ninguno porque es “evidente y claro” como decía un profesor que tuve de lengua que jamás se volverá a competir en un All Star Game. No pasa nada. Bueno, sí que pasa, debido a este evento publicitario que ha perpetrado la NBA nos quedamos sin 5 jornadas de Fantasy. Que lo suspendan ya!!!!!