Imagina que eres muy joven. Imagina que te gusta tocar la guitarra y cantar.
Empiezas a hacerlo en casa, mostrando tus primeros avances a familia y gente cercana.
Pasan un par de años y tu creatividad no te deja estar quieto. Compones, ensayas, tocas en quedadas con amigos y empiezas a soñar con poder dar un concierto en el bar favorito de tu ciudad.
Llega un día en el que te contratan para dar ese concierto. Estás nervioso, pero cuando arrancas la velada te transformas y das un auténtico recital. Han sido 90 minutos, pero se te han pasado como cinco segundos y podrías volver a dar dos conciertos más esa noche. Entre el público había alguien que se da cuenta de lo que tienes dentro y te propone justo lo que en esos días venías barruntando. ¿Grabar una maqueta?
Dos años después de aquel concierto de bar empiezas a tener un nombre comercial que suena a mucha gente. Tu primer disco está siendo un pelotazo. Eres famoso en Spotify, tienes un Instagram que lo peta, hay lista de espera para entrevistarte y vas a dar dos conciertos en el Wizink Center de Madrid ante 15.000 espectadores cada día. Porque las entradas para el primero se vendieron en minutos.
Ya no estás tú solo. Tienes representante, dos asistentes, un asesor de imagen, un relaciones públicas y has reunido un grupo de músicos a los que pagas de tu bolsillo para que te acompañen en la gira que el año que viene realizarás por Europa y América.
El futuro es brillante y grande.
Pasan unos cuantos años. Pongamos que quince.
Ya no eres tan joven. La industria musical ha cambiado y debes hacer vídeos en Tik Tok para seguir teniendo presencia entre tu público. De lo contrario el algoritmo se olvidará de ti y te convertirás en Jorge Sanz. La estructura montada alrededor tuya se ha multiplicado por cuatro y comienza a agobiarte que haya tanta gente dependiendo de ti. Estás cansado de tu estilista porque no le ves el chiste a eso de tener que vestir cada año de forma diferente. Las entrevistas te hastían. Dudas sobre si tu asesor financiero estará haciendo bien su trabajo. Odias Tik Tok. Te presionan para sacar un disco nuevo que genere dinero para todos los que tienes bajo tu paraguas, pero la creatividad ha desaparecido.
Te das cuenta de que tú solo querías tocar y cantar en tu bar favorito para 200 personas.
Decides que a tomar por saco todo y que eso es lo que deseas volver a hacer.
Yo no soy Rosalía, Taylor Swift o Rosendo. No he tenido su éxito, pero lo que empezó como un blog personal con dos visitas en el primer día de existencia, se convirtió en un proyecto demasiado grande para mi escasa ambición.
Yo no quiero ser famoso. No quiero salir en televisión. No quiero millones de lectores. No quiero tener una empresa con 25 páginas web cubriendo todos los deportes de éxito. No quiero tejer una red de afiliados de apuestas deportivas y ofertas diarias de Amazon para ser millonario. No quiero secuestrar la atención de las personas. No quiero lidiar con miles de comentarios escritos por trolls. No quiero estar promocionando mi trabajo en turno de mañana, tarde y noche. No quiero generar contenido porque hay que generarlo. No quiero revisar analíticas para ver en qué países se puede crecer. No quiero a Instagram, Facebook ni Tik Tok en mi vida. No quiero aspirar al imposible: entender el algoritmo de Google.
Y el Internet de 2024 obliga a tener que hacer todas esas cosas. Quiera o no quiera.
Así que, como no quiero, algo que supongo que ya ha quedado claro, he optado por salirme del Internet de 2024.
El 1 de octubre dejé de controlar nbamaniacs, el medio que fundé hace nada menos que 16 años. Sí, nbamaniacs es algo que se me ocurrió en 2008, que saqué adelante de la nada, que en este tiempo ha tenido millones de lectores y que ahora ya no me pertenece.
Hace poco más de veinte días ni me imaginaba que algo así pudiese ocurrir, pero los hechos se han sucedido cagando leches. El que fue mi proyecto de garaje ya no lo es. Ha sido una decisión difícil, cómo no, pero considero que es la mejor para todos los actores implicados.
Los nuevos gestores de nbamaniacs harán del sitio lo que crean oportuno —por el momento todo sigue igual a nivel editorial, aunque imagino que habrá algún cambio en el futuro— y yo he decidido he decidido que quiero cantar y tocar en mi bar favorito.
Así que vuelvo a los orígenes.
He decidido desvincularme de la publicidad, de Google Analytics, de enlaces afiliados y demás parafernalia.
Tengo un nuevo sitio en Substack llamado 82partidos.com en el que escribiré textos sobre la NBA y la vida solo para suscriptores. Los podrás leer en web o en tu correo electrónico. Tendrán 200 palabras o 2.000.
82 partidos, poco a poco, va recuperando el archivo con todos los textos que he ido enviando solo a suscriptores a lo largo de los años.
En el proyecto de 82 partidos tendrá una presencia capital la comunidad de aficionados NBA más sana que conozco. Los suscriptores podrán seguir participando en el Discord que tenemos desde hace años, en el grupo en Telegram y escribiendo comentarios en todos los textos publicados en 82 partidos. En Discord organizamos la quedada presencial anual, por cierto.
Las Ligas Fantasy entre suscriptores seguirán existiendo. Con plazas limitadas, por lo que si nunca has jugado con nosotros y quieres disfrutar como un cerdo en una charca, avísame cuanto antes de que quieres participar en la temporada 24-25, porque hay pocos sitios ya.
¿Qué te parece mi plan? ¿Te gusta?
En resumidas cuentas, esto es lo que ofrece 82 partidos:
Artículos: los nuevos textos NBA serán solo para suscriptores.
Comunidad: escribir comentarios, acceso al Discord de aficionados NBA, ligas Fantasy y quedada anual.
Archivo: horas y horas de contenido en texto y audio.
Sin publicidad de ningún tipo.
¿El precio de todo ello? 5€ al mes o 50€ al año.
Pero durante tres días, hasta el 15 de octubre, tienes ocasión de suscribirte con un descuento del -40% y pagar 30€ por un año de 82 partidos, lo que equivale a 2,5€ al mes. La oferta la tienes en el siguiente botón:
Ya te digo yo (y los suscriptores que repiten desde hace años) que merece la pena a precio normal, pues imagínate con esta oferta.
(Si estás pensando suscribirte hacerlo hazlo ya. Antes de que empiece la temporada NBA haré otra oferta, pero será peor que esta, eso seguro. Si por el momento no te suscribes podrás leer ocasionalmente algún texto completo de forma gratuita y sigues siendo bienvenido ;)
A partir de los próximos días, cuando acabe el complejo proceso de traspaso de nbamaniacs, algo sobre lo que hablaré en texto, audio o en persona en la #quedada2025, me dedicaré a lo que sé, que no es otra cosa que escribir.
Lo haré en 82 partidos para quien quiera leerme y formar parte de esta comunidad tan acogedora que hemos creado en lo que fue Extra, lejos de las corrientes masivas, algorítmicas, artificiales y sin alma del Internet actual.
Podré volver a centrarme en la NBA post Woj. En lo que supone que Zach Lowe haya sido despedido de ESPN. En que los Knicks hayan apostado por Towns. En que LeBron James ya comparte pista y uniforme con su hijo (!).
Bienvenidos a la temporada 2024-25.
Bienvenidos al club.
—Elio
PD 1: Durante los próximos días 82 partidos irá mejorando, recuperando más textos para el archivo y otras características que quiero añadir como Notas breves. Si por el momento tienes alguna duda, responde a este email y trataré de ayudarte.
PD 2: Estoy emocionado. Estoy con ilusión. Vuelvo a los orígenes de lo que hace mucho fue nbamaniacs.
Foto de Stefan Heinemann en Unsplash