La era en la que cualquiera puede ganar
Solo quedan cuatro. Nadie hubiese acertado esos cuatro.
Desde hace más de un año nadie tenía dudas de que Oklahoma City era uno de los máximos favoritos al título de 2025. Pero que los otros tres que lo pudiesen ganar fuesen Indiana, New York y Minnesota no entraba en ningún pronóstico. En ninguno.
No es posible que nadie en su sano juicio, ya fuese aficionado raso, reputado analista, apostador profesional o entrenador jefe de la NBA, hubiera metido en sus previsiones a la vez a Indiana, New York y Minnesota como tres de los cuatro últimos equipos vivos en la 2024-25.
¿Dos equipos de de 64 y 61 victorias eliminados por dos de 51 y 31? Ni de broma. Uno, tal vez, ¿pero dos?
¿Un sexto cabeza de serie con un bagaje histórico nefasto que aseguró el puesto de playoffs en la última jornada eliminando poco después a las dos franquicias más mediáticas de la liga? No puede suceder.
Y es en esas en las que estamos.
Ya sabíamos que los Pacers se habían cargado a los Cavs, los Knicks a los Celtics y los Wolves a los Warriors, así que las grandes sorpresas estaban digeridas.
Nos restaba por ver un Game 7 entre Thunder y Nuggets que al final se quedó en poca cosa porque los jugadores de Denver estaban lesionados —Gordon, Porter Jr.— o agotados —Jokic—. Me refiero a los pocos que tenían el nivel para poder jugar, porque la mayoría de la plantilla de Denver no daba para salir a pista.
Así que a las puertas de que esta noche arranquen las Finales de Conferencia, tengo varias reflexiones.
Jokic necesita ayuda
Este hombre ha acabado exigido más que nadie en la NBA. Tenía que hacer prácticamente de todo y así lo ha hecho. Que le busquen una plantilla en condiciones a ese hombre para no tener que ser líder de la liga en puntos, rebotes, asistencias y robos, que es a lo que le obligan.
Audiencias
Habrá quién se queje de no ver a grandes nombres en las tres últimas eliminatorias del curso. No Lakers (LeBron y Dončić), no Warriors (Curry), no Celtics, no Jokic, no Giannis, no Embiid… Por no haber no hay entre los cuatro equipos ni un ganador del MVP, aunque eso se va a solucionar en breve cuando se lo den a Shai.
A cambio tenemos el caldo de cultivo perfecto para que la NBA crezca de cara al futuro ya que cuatro nuevas estrellas van a batallar por un anillo. Es probable que los cuatro tengan un brillo permanente más acentuado en unas semanas, sobre todo el que salga campeón:
Anthony Edwards puede dar el espaldarazo definitivo a su carrera como estrella dentro y fuera de la pista.
Tyrese Haliburton se reiría hasta el fin de los días tras haber sido calificado como el jugador más sobrevalorado en una encuesta anónima entre jugadores NBA.
Jalen Brunson sería un mito viviente y nombrado hijo predilecto de la ciudad más famosa del mundo (y los Knicks relanzados a lo bestia como franquicia mega-super-ultra top).
Shai obligaría a millones de personas a aprender a decir sus apellidos.
Si estos jugadores, todos entre los 23 y los 28 años, siguen llegando a rondas finales en el futuro, estamos ahora en el proceso de nacimiento como estrellas mundiales de alguno de ellos.
Back to 90’s
La eliminatoria que nos van a ofrecer Pacers y Knicks puede ser épica. El año pasado se fueron a siete partidos, asunto que Indiana solucionó en el Garden pasando por encima de unos maltrechos Knicks.
Esta vez, pese al desgaste habitual al que somete Thibodeau a su núcleo, los Knicks llegan mucho más enteros. Indiana no se queda atrás: está en su mejor momento de la temporada con una rotación que abrasa al que se descuide cinco minutos.
Pero no hablamos solo de un fabuloso presente deportivo de ambos contendientes. También toca la historia.
Es una excelente noticia que el Este nos ofrezca un duelo que tan buenos recuerdos trae a los aficionados. Knicks y Pacers son noventeros a todo lo que da. Estas dos franquicias se enfrentaron nada menos que en seis series a lo largo de ocho playoffs: 1993 (NYK), 1994 (NYK), 1995 (IND), 1998 (IND), 1999 (NYK) y 2000 (IND). Que se encuentren de nuevo en esta época dos veces consecutivas con potencial de ver el mismo duelo en un futuro próximo alimenta la rivalidad entre dos franquicias que no se caen bien y que ofrecen choques que cualquier aficionado al baloncesto está deseando ver.
El sistema funciona…
Los cuatro en liza eran equipos perdedores hasta hace nada:
Año 2021: Minnesota termina el curso con una marca de 23–49, antepenúltimos del Oeste.
Año 2022: Indiana finaliza la temporada con una marca de 25–57, antepenúltimos del Este; Oklahoma City con 24–58, penúltimos del Oeste; New York con 37–45, fuera de play-in.
Hablamos de tres equipos de mercados pequeños, siendo uno de ellos una franquicia maldita (Wolves) que, al loro, hasta la 20–21 se había clasificado para playoffs una vez en 17 años. Y New York viene del mercado más grande de Estados Unidos, pero con un periodo horrible a cuestas: una serie de playoffs ganada en 22 años.
Los cuatro han jugado sus cartas y han conseguido formar equipos más que decentes a través de los diferentes planteamientos que permite la NBA de hoy en día:
Thunder: traspasos pensando en el futuro, tanking e inteligencia
Wolves: acertar en el Draft y traspasos arriesgados
Pacers: Draft, agencia libre y traspasos clave
Knicks: agencia libre y después traspasos arriesgados
Puntualizo. El sistema funciona si lo haces bien. En 2022 también estaban con marcas perdedoras Washington, Portland y Sacramento, equipos que en 2025 no han entrado en playoffs.
Una tangente más:
Los Pacers enviaron a Paul George a los Thunder a cambio de Sabonis para traspasarle años más tarde a cambio de Tyrese Haliburton
Los Thunder traspasaron a Paul George a los Clippers a cambio de Shai y seis o siete primeras rondas
¿Deben traspasar los 76ers a Paul George a cambio de una futura estrella para así volver a la relevancia?
El 40 before 20
La fiabilidad de la la teoría del 40 before 20 está en entredicho. Solo queda Oklahoma City como equipo que podría seguir haciendo cumplir el 40–20 en caso de resultar campeón ya que ni los otros 40–20 (Celtics y Cavs) ni los que han hecho grandes cambios a mitad de temporada (Lakers, Mavs y Warriors) pueden ganar el título.
Recordemos que desde que el triple llegó a la NBA todos los campeones menos tres han sido equipos 40 before 20 y los tres que no lo lograron fueron equipos con cambios significativos a mitad de temporada.
Ni Pacers, ni Knicks ni Wolves entran en esa estadística.
Una era histórica
La historia reciente de la NBA cuenta esto respecto a los campeones:
2019: Raptors (primer anillo)
2020: Lakers
2021: Bucks (primer anillo en 50 años)
2022: Warriors
2023: Nuggets (primer anillo)
2024: Celtics
2025: ¿?
Por primera vez en la historia de la NBA vamos a tener siete campeones diferentes en siete temporadas. Nunca había sucedido. Estamos en la era de la paridad, en la era en la que cualquier franquicia tiene armas suficientes para montar una plantilla campeona en cinco años. Da igual si eres de un mercado minúsculo o tu franquicia no tiene legado. Al fin y al cabo sucederá una de estas cuatro cosas: