Gregg Popovich lo deja. Esperábamos recibir una noticia así desde hace meses. Era inevitable que fuese ahora o en poco tiempo. Son 76 años los que cuenta y el estrés que produce ser entrenador de la NBA no es un modo de vida recomendado para alguien que sufrió un derrame cerebral en noviembre cuando apenas se habían disputado unos pocos partidos de la 24–25.
Ayer supimos que Popovich pasa a ser el presidente de operaciones de baloncesto de los Spurs y abandona los banquillos de forma definitiva. Mitch Johnson fue quien se encargó del equipo a raíz de su incidente médico y él será su sustituto oficial, ya sin interinidad .
«A pesar de que mi amor y pasión por el juego siguen vigentes, he decidido que es hora de dejar de ser entrenador jefe. Estoy eternamente agradecido a los maravillosos jugadores, entrenadores, staff y aficionados que me permitieron servirles como entrenador de los Spurs y estoy emocionado por la oportunidad de continuar apoyando a la organización, la comunidad y la ciudad que son tan importantes para mí».
Pops será siempre recordado como uno de los mejores entrenadores de siempre, puesto que en cien años será difícil que alguien se acerque, iguale o supere su legado:
Cinco anillos (99, 03, 05, 07, 14)
Tres premios al Entrenador del Año (récord junto a Riley y Nelson)
1.422 victorias en temporada regular (récord; incluye las logradas bajo la dirección temporal Mitch Johnson)
18 temporadas consecutivas de 50 victorias (récord por mucho)
22 temporadas consecutivas entrando en playoffs (récord por mucho)
170 victorias en playoffs (tercero; más que 21 franquicias)
29 años consecutivos como entrenador jefe en un mismo equipo (récord por mucho)
Una medalla olímpica de oro (2020)
Innumerables entrevistas con respuestas de entre una y siete palabras (seguro que es otro récord por mucho)
El adiós de Popovich supone romper otro lazo más con la NBA de los 90. Él fue quien se encargó de los Spurs en diciembre de 1996 cuando los Sonics eran los vigentes subcampeones, Michael Jordan utilizaba la misma camiseta durante 17 partidos y Tim Duncan un proyecto NBA que aún estaba en la universidad.
Desde aquella época, su presencia al frente de San Antonio fue sinónimo de estabilidad, exigencia, humor seco y, sobre todo, baloncesto. No solo se va el técnico con más victorias en la historia de la liga. Se va un símbolo de otra NBA, la de Duncan, Manu, Parker… pero también la de Kawhi, LaMarcus Aldridge y ahora Wembanyama. Decimos adiós a un entrenador que supo adaptarse a los tiempos y a lo que tenía en plantilla. Un entrenador que ganó un título jugando a 88 posesiones y tirando 12 triples por partido (1999) y a 95 posesiones y 22 triples por noche (2014).
Hoy, los que empezamos viendo la liga con Cerca de las Estrellas, VHS o satélite sentimos un pequeño vacío. Porque Popovich también era parte de nuestro ritual. Parte de lo que nos hizo enamorarnos de esto.
Popovich ha sido una constante durante tres décadas y le vamos a echar de menos, vaya que sí. Al menos yo, porque estas cosas me dan su congoja. Me ocurrió lo mismo con Jerry Sloan. Tanto cuando le empujaron a marcharse del banquillo como cuando falleció. Ahora Popovich da otro paso en su vida y todos los que seguimos la NBA somos un poquito más conscientes del transcurrir del tiempo.
Gracias, Pop. Por tanto.
Detroit: tres crueles derrotas en casa
¿Se puede ver un resultado más cruel en una serie de playoffs? Sí, supongo que perder el Game 7 de las Finales en tu pabellón después de desaprovechar un 3–1 de ventaja con todo el mundo observando (Warriors 2016) cuenta como faena histórica, pero lo de los Pistons esta primavera no es fácil de asumir para cualquier seguidor del equipo de la Motown.
Los Knicks han avanzado en el Este imponiéndose por 4–2 a los Pistons tras ganar los tres partidos que se jugaron en Detroit por 2, 1 y 3 puntos de diferencia cada uno. Un total de seis puntos más en 144 minutos. Brutal. Los Knicks siempre anotaron la última canasta de los partidos disputados en Michigan, incluyendo el pedazo de triple de Jalen Brunson en el Game 6.
A seguir creciendo, Pistons.
Mala jugada de la NBA con los horarios para Europa
No recuerdo un segundo fin de semana de playoffs tan fastidioso para los aficionados europeos como este. Resulta que vamos a tener dos Game 7 épicos y ambos se celebrarán durante nuestra madrugada. En lugar de colocarlos en horario prime time para el Viejo Continente como ha sucedido en multitud de ocasiones, sobre todo en domingos, nos tenemos que conformar con no dormir o tirar del falso directo:
Noche del sábado al domingo, 1:30 (Nuggets - Clippers)
Noche del domingo al lunes, 2:30 (Rockets - Warriors)
Buen fin de semana.
—Elio
A la NBA Europa le da igual Elio